Estaba todo listo para perpetrar una de las bajezas mas ruines de los últimos tiempos, donde un productor cordobés decidió ponerse la camiseta del fracaso del Teatro del Lago para boicotear arteramente al Acuario, del que también era socio.
Tal vez presionado, o sólo por debilidades propias, el ex basquetbolista hoy devenido en empresario cometió todas las imprudencias que obligaron a la ida de la obra producida por Javier Faroni.
Desde pedido de entradas para vaciar parte de la sala el día del estreno hasta desvío de espectadores; varias fueron las burdas maniobras que derivaron en una pelea entre dos productores con una amistad de más de veinte años.
Con la sutileza de un troglodita, Pablo Cittoni puso el broche de oro trayendo la obra del ex funcionario menemista para colocarlo en esa misma sala, algo que estaba previsto de antemano y que sienta un peligroso precedente en el mundo del espectáculo y menoscaba cualquier tipo de credibilidad a la figura de Cittoni.
¿Quién se atreverá a seguir poniendo en sus manos el destino de una obra? No sólo por una agachada que lo pinta de cuerpo entero sino también porque su apuesta se convirtió en un fracaso que pocos recuerdan en la Villa y que lo coloca en una difícil situación frente a sus colegas y artistas que pensaran dos veces en confiar en alguien que no dudo en boicotear una obra de la que le era socio.
Por suerte las pruebas están a la vista de cómo se armó una historia de ruindades y bajezas. También por suerte las cifras demuestran que la gente, día a día, rechaza estas practicas poco éticas coronando a otros que ya pasaron por las malas prácticas del desbarrancado productor y su socio cordobés.
No es gratuito que Florencia de la V cuadriplique el lastimoso show que se ofrece en el Teatro del Lago. Mientras tanto, ya lejos de las traiciones, “El ángel y el demonio” sigue presentándose en Mar del Plata. Hoy lo hará a partir de las 22.00, en el teatro Radio City ubicado en la calle San Luis 1752.
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