Billetera mata galán " Capítulo "Papá Corazón" escrito y dedicado por Jacobo Winograd a Jorge Rial. En este capítulo Jacobo Winograd les pega y atiende a "Diego Maradona" y "Gerardo Sofovich".
Jacobo y su historia sobre Jorge Rial.
A Jorge Rial lo conocí cuando era notero de Lucho Avilés. Eran sus primeros pasos en televisión, pero tenía mucha garra y ganas de crecer. Buscaba las notas imposibles, no se conformaba con zafar. Se veía que con el tiempo se iba a convertir en lo que es hoy: un número uno del espectáculo. Me hizo varias notas en la limousine que yo le había comprado a Guillermo Vilas. Y lo invitaba a comer sandwiches de salame y queso en el bar Las Flores, de Ayacucho y Posadas ¡Lo que morfaba Jorge de pibe! !Tenía más hambre que Rintintín! No tenía un mango, pero ya se notaba que tenía una estrella, un fuego sagrado muy grande. Su "Paparazzi", en la trasnoche de canal 9, marcó una época. En ese programa descubrió a Mónica Ayos, que hacía el personaje de la "Profesora de cantos". Y a Silvia Süller, que ya era conocida, la convirtió en personaje mediático, bizarro y transgresor. A mí no me inventó, pero me potenció. Me hizo crecer mucho como personaje, con Luis Ventura como productor. Ahí nació el mito del chizito, un tema que por el efecto que tuvo en mi vida preferí desarrollar en otro capítulo. Rial es uno de los tantos discípulos de Lucho Avilés. La diferencia es que en este caso, el alumno superó al maestro. Estuvo prohibido y censurado en todos los medios, porque sabía mucho y contaba demasiado. No era un chimentero más. Pensaba, tenía buen discurso y se comprometía con temas sociales. Eso molestaba. Era peligroso. Hasta que Moria Casán lo hizo entrar de nuevo a la televisión. Lo llevó a "La noche de Moria", en América, cuando ella se enfrentó con Graciela Alfano. Y fue moderador de "Moria y sus dos maridos", cuando juntó a Mario Castiglione con Luis Vadalá. También condujo un especial con la Süller y yo. Así se fue metiendo de nuevo en la tele y no salió nunca más. Jorge me decía que me quería, porque era un loco que decía muchas verdades. Recuerdo que en esa época me retaba porque yo defendía a Sofovich ¿Cómo podés hablar bien de él con lo que hizo en ATC y en el zoológico?, me decía. Y yo le explicaba que no podía condenarlo sin tener pruebas, que me costaba creer las cosas que se comentaban de Gerardo. Por esas vueltas de la vida se hicieron amigos durante un tiempo, pero en el fondo yo sabía que esa relación no podía durar mucho. En algún momento, las diferencias entre ambos iban a saltar. Son como el agua y el aceite. No se pueden mezclar.
Con Jorge íbamos seguido a comer a "Los Años Locos" y a "Look", en la Costanera y él estaba siempre pegado a su novia, que hoy es su mujer. Silvia no se enamoró del campeón, sino del chico de Munro que sólo tenía sueños. Con ella no puede aplicarse mi frase "billetera mata galán", porque en sus comienzos Rial no tenía billetera ni era un galán. Hoy Jorge es un hombre poderoso, su estética cambió, estilizó su cuerpo y cambió su corte de cabello. Viste muy bien y puede decirse que es un bon vivant, pero pese a todo eso no era completamente feliz. El mayor éxito de su vida no fueron los 50 puntos de rating de "Gran Hermano", ni "Intrusos", ni su obra de teatro, ni sus libros. Estoy convencido de que su gran éxito es la familia que formó, con esos dos angelitos que llenaron de alegría su vida y la de su mujer, que son Morena y Rocío. Lo noto en sus ojos cada vez que habla de sus hijas y deja de ser el hombre recio, duro y temible, y se convierte en un ser tierno, en un Papá muy dulce. Lo terminé de comprobar en un reportaje que le hizo Oscar González Oro, cuando el negro le preguntó si alguna vez tuvo miedo y Jorge respondió con unas palabras que me impactaron: "Cuando entré a la habitación de mi hija y sentí su olor de bebé". Se sintió padre y ese amor lo hizo vulnerable. Por eso tuvo miedo... Es algo muy fuerte ser padre. Y a veces ser Papá del corazón es más fuerte que ser Papá biológico. Hay muchos que destruyen familias. Y él la construyó. Por eso el futbolista más grande de todos los tiempos, Diego Maradona, se hizo chiquito cuando le dijo "huevo duro" en su afán de ofenderlo. Yo creo que Rial tiene un par de huevos enormes y ojalá muchos argentinos los tuvieran para amar así a sus hijos. Maradona tiene hijos biológicos que no reconoce, mientras que Jorge a sus hijas les dio su apellido. Pero quiero avisarles a todos los gatos, los pumas de bengala, las botineras y las raqueteras, que no pierdan el tiempo buscando a Jorge Rial porque es el hombre más influyente y poderoso del espectáculo. Ni lo intenten. Él ya tiene un harén de tres mujeres, que son Silvia y sus hijas.
Otro que se equivocó muy feo fue Gerardo Sofovich, cuando comentó (en su programa de televisión " A la manera de Sofovich") que si él se hiciera un ADN el resultado confirmaría que Gustavo es hijo suyo, tratando de lastimar a Jorge. Sería muy bueno que Gerardo se preocupara menos por la genética y más por su hijo. Yo prefiero adoptar dos hijas para darles amor y no tener un hijo biológico a la deriva, destruido, que ni al casamiento de su padre pudo ir. Y estoy seguro que el día que Morena y Rocío lleguen al altar, Jorge las va a acompañar y sus hijas le van a decir: " Gracias, Papá". Dos palabras que Sofovich nunca en la vida va a poder escuchar.
fuente: pablolayus.com.ar